Pero lo que aquí nos trae son las versiones y en el rincón me citaban la versión que Rosalía tiene del tema. Dicen que existen muchas Rosalias, no seré yo el que lo discuta más que nada porque no me apasiona. Sin entrarle a discutir ningún mérito musical me encuentro con una intérprete a la que a mí juicio le sobran talento y marketing a partes iguales, aunque entiendo que para algunos mercados el marketing sea casi más importante que el propio talento. Luego así nos va, pero esa es otra cuestión.
Y quizás en este tema Rosalía sea la más Rosalía más sencilla y más genuina, la que se acerca a una copla desde el respeto, la calidez y la emoción.
Republicoplas es un proyecto que intenta trasladar como sonaban las coplas en algunos escenarios en los años de la República. Con unos arreglos al piano que invitan al jazz, esta versión rezuma sensibilidad y sobre todo transparencia. No se alargan en exceso los giros vocales, y a mi parecer es la versión que más se centra en algo que a veces olvidamos: Contar una historia.
Gracias compañero de espejo o calcetín tobillero. Eres una máquina. Escribes un montón. Y me acercas a versiones que no encontraría en mil años de vida.
ResponderEliminarmuak. mjo