La cuestión es que la versión de Connie Haynes no se publicó hasta 50 años más tarde, en 2015.
La podéis escuchar aquí.
El sello Motown decidió entonces que la grabara Barbara Macnair y esa fue la primera versión que se publicó, también en 1965.
Sin embargo la versión que hizo que esa canción cogierta otro marchamo totalmente distinto fue la de un joven Stevie Wonder quien quitó los arreglos orquestales de Frank Wilson y convirtió una balada lenta en una canción mucho más animada. La grabó en el verano de 1967 y ¿sabéis lo que pasó? Pes que a un jefe iluminado de el sello Tamla no le gustó y no quiso que la publicara. Menos mal que al final alguién vió que aquel cabeza membrillo o estaba en sus cabales y permitió que Stevie Wonder publicara una de las canciones más maravillosas de su repertorio.
Y como todas las canciones que acaban convirtiéndose en un éxito de la época, ¿quién llegó para versionarla también? Cómo no! Nuestro amigo Frankie.
Para no gustar mucho la canción al principio no tuvo mal recorrido la verdad.
¡¡Preciosa canción de viernes!!
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un beso de fan de Sinatra. mjo
Jejeje un beso enorme para ti también!
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