Esta es una historia de viajes en el tiempo, uno hasta cierto piso en Salamanca donde conocí a un jerezano llamado Fernando el cual me dijo que el grupo patrio más grande del rock eran los cero, que era como se conocía a la banda granadina 091.
Y en ese momento de alguna manera conseguí grabar el disco en directo en una cinta de casette creo que de 120 minutos. No había muchas, pero por algún motivo yo conseguí una en Salamanca.
Y ahí empecé a conocer yo a los 0, los escuchaba de vez en cuando, y digo los escuchaba porque si en algo destacaban además de en las melodías, era en las letras, cuidadas hasta la extenuación.
Eran tiempos de rock radical y reivindicativo en Euskadi, pero los cero iban a otro rollo, y yo creo que quizás por ese ir a su pedo, no salir en los 40 salvo contadísimas ocasiones y currarse ellos su propio circuito se convirtieron en una banda de esas que llaman de culto.
Algún tema de éxito tuvieron, sí, y alguno hemos puesto por este blog, y sin embargo hay un buen puñado de canciones con las que quedarse y a mí me gusta mucho esa balada que es Un cielo color vino.
Antes de que llegue aquí esa estampida
De sueños imposibles y de oscuridad,
Huiremos hacia donde siempre está encendida
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar!