Cada uno tienes sus batallas y sus demonios, pero también sus pasiones. A veces reflexiono para mis adentros dónde habita la verdad de todo eso. Así contado puede sonar intenso, pero lo voy a desgranar de otro modo. Soy cocinero de profesión y hablando el otro día con otro colega de fogones me dio la impresión de que su base de pensamiento hacia mi persona al conocer mi profesión era que tenía que ser alguien a quien la alta cocina le fascinara y que quisiera siempre parecerse a los cocineros más mediáticos. Como si viviéramos en un Masterchef continuo. Eso es algo que persigue mucho a mi profesión tienes que destacar. Da igual lo que hagas pero tienes que destacar y a ser posible ser mediático, con mucho like y mucho retweet.
Y yo no estoy demasiado de acuerdo con eso, creo que cada uno debe ejercer su profesión desde donde lo entiende y desde donde lo concilia, con sus valores, con su vida, con sus principios y con su propia felicidad. Yo lo hago en un Hospital, me peleo no pocas veces porque las cosas mejoren un poco y no me va mal.
Sé lo que es trabajar en restaurantes donde comer costaba tres cifras, y conozco las interminables horas que eso conlleva, también he conocido el ridículo sueldo y el estrés infinito que acarrea. No me compensa, quizás porque considere que la vida consta de más cosas que trabajar.
Y seguramente por eso, hoy tengo algo de tiempo para dedicarle a este pequeño rincón musical minoritario, un sitio (web se entiende) que seguramente no llegará a grandes públicos, ni tendrá muchos lectores, pero que me da la satisfacción frecuente de poder compartir una canción de vez en cuando. Y tener la satisfacción de ser capaz de juntar cuatro letras para hablar de una canción.
La de hoy por cierto se llama Might As Well Be U de Candace Bellamy, incluída en su disco In My Lane de 2013.
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